El heroísmo en “Inferno” “La Commedia “ de Dante AlighieriParte IFarinata degli Uberti Canto X
La
literatura, arte de la palabra según Hegel, estructura el pensamiento y la cultura de la época, que
dio origen a la obra.
Dante
nace en Florencia, ciudad- estado disputada por el emperador y el Papa, por su
florecimiento económico, fruto del avance
de una burguesía rectora de la economía,
organizada y dueña del poder político.
“Dante no puede ser entendido, a la distancia
que se encuentra de nosotros, sin una breve excursión por la época que le vio
nacer y el ambiente en que desarrolló sus actividades. Las ideas, las
costumbres, la organización social y política de Italia entre los siglos XIII y
XIV difiere en alto grado de lo que
impera en otros países…
Pero
en Italia surge una gran multitud de pequeña entidades políticas y adquieren
singular personalidad con todo el
cortejo de banderías y luchas de
tiranías benéficas o crueles que trae
consigo el gobierno de una pequeña comunidad. El hervor de las ideas en el siglo XIII, la tempestad del primer
Renacimiento italiano, acrecienta y anticipa en Italia fenómenos culturales que prefiguran la Edad Moderna, y
que nos dan en muchos casos, la persona del hombre moderno, flotando como flor
espontánea en las grietas del medievalismo resquebrajado…
…Florencia.
La autonomía municipal florentina, proceso vigoroso de emancipación del
feudalismo comienza a manifestarse en el siglo XI
En
el 1138 Florencia tiene ya autoridades municipales propias. En la lucha comunal
contra el Imperio se adhiere la liga güelfa, promovida por el Papa Celestino II
contra el emperador. Los ciudadanos se dividen en güelfos y gibelinos. Una
enconada y cruenta lucha de partidos se sucede. Cuando los gibelinos triunfan a
la sombra de Federico II, los güelfos son desterrados en masa. Cuando, a la
muerte de Federico, decaen los gibelinos, faltos de apoyo, son los güelfos
quienes dominan y destierran a sus adversarios. En 1260 los gibelinos desterrados
luchan contra las milicias de Florencia en la batalla de monte Aperti ”
Nota
1 Introducción al estudio de Dante Alighieri B.A.C.
A
pesar de discrepar en el concepto de Italia como una nación unida, en aquella
época, se considera esta, una visión de cercanía de un momento tan complejo de
Florencia.
Otra
precisión, antes de entrar en el tema, ahora, respecto a la obra, el título
original, que puso el autor es La
Commedia. Fue Boccaccio quien le agregó “Divina” juzgando su tema y
perfección. Baste citar su Esposizioni sopra la Commedia de Dante.
Elegimos usar el título original por respeto a
Dante Alighieri.
El
título no enfoca al género literario, que nos llevaría al drama (en la época se había diluido de la precisión
aristotélica), sino a una obra que parte de un inicio desgraciado, Dante personaje,
cayendo en la vida pecaminosa, y finaliza con el triunfo de la visión de Dios.
La
estructura externa presenta la división en tres Cánticas o Cántigas, cada una
nomina el reino de ultratumba que transita, el personaje: Infierno, Purgatorio
y Paraíso.
La
presencia del número tres como símbolo de la Trinidad Divina está en toda la
obra.
El tema de la obra es el viaje de Dante
personaje por los reinos de ultratumba. Representa a la humanidad de su época
que comparte su experiencia y puede acceder, a la salvación siguiendo su
ejemplo.
Le acompañan en este viaje distintos guías,
acordes al lugar en que se encuentre. En el
infierno, es Virgilio.
Recorrer
el mundo de La Commedia es asomarse al ser, porque las sombras tienen
perfecta conciencia de su existencia terrena, y por paradójico que sea, al
no ser, porque no tienen vida, se acabó
su tiempo, ya pasaron la barrera de la muerte y salvo en el Purgatorio nada
puede cambiarse hasta el momento del juicio final.
La atemporalidad es eterna, Dante personaje, un ser vivo, temporal, en un mundo de
almas, disuelve la paradoja porque lleva
consigo el tiempo. Repetidas veces, el cuerpo, la materia, el
andar, las palabras del peregrino, su respiración, atraen a las almas
sacándolas del instante fijo de su eternidad. En su contacto recuperan su vida
terrena y olvidan el sitio en que se encuentran.
“El
más allá, se convierte en el teatro del hombre y sus pasiones. Se van
iluminando como en un escenario cada uno de los aspectos de lo humano: la
lujuria, la soberbia la avaricia, dentro de los vicios…” Auerbach.
Nota
2 Auerbach Mimesis
Vamos
ahora a nuestro tema: el heroísmo dentro del Infierno en La Commedia . El héroe hasta la Vanguardia,
Siglo XX, fue un personaje típico de la literatura occidental, desde las epopeyas
homéricas hasta el realismo del siglo XIX. Luego aparece en otros perfiles de
lo humano y pierde tipicidad.
¿Cómo
definimos héroe? Cada época dio su respuesta e incluso si tomamos a Homero, en
cada epopeya, hay una versión diferente. El que logra mayor areté, gloria en La Ilíada, Aquiles. El que sobrevive a los peligros, vaga
diez años por el mar, logra el perdón de los dioses y regresa solo, pobre a
Itaca, Odiseo, La Odisea
El
elemento esencial de lo heroico es ser un
personaje que está por encima de lo común. Vive un plano superior de lo humano
y por eso es ejemplo de sus congéneres. Con él, dice José Martí, la humanidad
avanza un paso, se eleva.
Pero
el deseo de evadir las reglas de un mundo que no comparte, el impulso de
sobresalir, no se asimila a la humildad cristiana. Dante los sitúa en el Infierno, pero los
admira. No puede condenarlos por ser héroes y busca una culpa que en el diálogo
con Dante personaje, se diluye, aparece solo como pretexto doctrinal
Se adecuaría aquí la definición de Nietzsche:
“es el espíritu de un hombre, que tiende hacia un objetivo respecto del cual,
el mismo, al fin de cuentas, no importa: es la voluntad de hundirse a sí mismo”
El primer aspecto es la individualidad. Se concreta y se cumple en un hombre,
mejor en el espíritu de un hombre. La limitación a lo espiritual valoriza en
cierta medida el afán heroico y lo ubica perfectamente en el mundo de los
condenados. Es singular, porque para ser héroe, se debe ser diferente al resto
de los hombres.
Nuestro
estudio se centrará en dos personajes; Farinata degli Uberti, canto X y Ulises Canto XXVI del Infierno. Ya se
explicó como pese al interés y admiración que demuestra Dante personaje, el
autor los situó en el infierno, sometidos al castigo eterno.
¿Cómo concibe Dante Alighieri el infierno? En
su época se pensaba que la tierra era plana, El Infierno era un cono invertido
que llegaba a su centro, donde estaba Lucifer, el ángel caído. En la medida que
se descendía aumentaba la culpa y por consiguiente el castigo. Infierno y
Purgatorio estaban en la tierra, pesando
de lo humano, la culpa, en cambio el Paraíso, en el cielo, reino de la
espiritualidad y el gozo divino.
Farinata
degli Uberti, canto X, se encuentra en la ciudad de Dite, sexto círculo, donde
son castigados, los herejes, los que
negaban la inmortalidad del alma, entre
los epicúreos y ateos.
Ulises,
canto XXVI, en la octava fosa, octavo círculo, donde se encuentran los
fraudulentos, los que usaron la inteligencia al servicio del mal.
Pasamos
al estudio del ejemplo primero: Farinata. La primera vez que Dante autor alude a él es en canto sexto:
“Farinata…che fuor si digni//…e li altri ch´a ben far puoser li igegni”
“Farinata…que fueron tan dignos// …y los demás que se esforzaron por hacer el
bien” Las palabras de Dante personaje señalan dos elementos esenciales de lo
heroico, la dignidad y la búsqueda del bien común. Su deseo es saber en qué lugar se encuentra,
cielo o infierno. Y la respuesta que recibe señala al segundo por otra “culpa”
Retoma
el personaje en el canto X y le da la singularidad propia del héroe. Está por
encima de las características humanas y
por encima del castigo. Lo vemos en los dos planos por los que emerge. En el
lingüístico y en el físico, su postura, descripta por Virgilio “ che s´é dritto” “ Mira a Farinata que sea
levantado”.
Sus
primeras palabras son ilustrativas de su fuerza, temple y decisión:” O tosco
che per la cittá del foco//vivo ten vai cosí parlando onesto” “Oh toscano, que
andas por la ciudad del fuego hablando recatadamente” El vocativo seguido de la
oración en relativo, como analiza Auerbach, presta a lo dicho por el personaje
una fuerza tremenda.